jueves, 1 de junio de 2023

La Luna es nuestro satélite

La Luna es nuestro satélite

La Luna es el único satélite natural de la Tierra y el único cuerpo del Sistema Solar, además del Sol, que podemos ver en detalle a simple vista o con instrumentos sencillos.
La Luna refleja la luz solar de forma distinta según en qué parte de su órbita se encuentre, lo que determina las fases de la luna. Gira alrededor de la Tierra y sobre su eje sincronizada en el mismo periodo: 27 días, 7 horas y 43 minutos. Esto hace que nos muestre siempre la misma cara.
La Luna describe su órbita alrededor de la Tierra a una velocidad de 3.700 km/h. y a una distancia media de 384.403 km, casi 30 veces el diámetro de la Tierra. Como la órbita no es circular, su tamaño aparente es similar al del Sol o, en el punto más alejado, ligeramente menor. Esto permite que se produzcan eclipses solares totales y anulares, además de los parciales.

¿Cómo es nuestra Luna?

Aunque aparece brillante a simple vista, la Luna sólo refleja en el espacio alrededor del 7% de la luz que recibe del Sol. Este poder de reflexión, o albedo, es similar al del polvo de carbón.
No tiene atmosfera ni agua, por eso la superficie lunar no se deteriora con el tiempo, si no es por el impacto ocasional de algún meteorito. La Luna se considera fosilizada, un astro muerto.
Hay varias teorías que pretenden explicar el origen de la Luna. La más aceptada, la teoría del Gran Impacto, dice que se formó hace unos 4.500 millones de años, cuando un objeto del tamaño de Marte chocó contra una Tierra todavía en formación. Algunos restos del impacto se quedaron en órbita y acabaron formando nuestro satélite natural.
El origen de los cráteres lunares se ha debatido durante mucho tiempo. Los estudios muestran que la mayor parte se formaron por impactos de meteoritos que viajaban a gran velocidad o de pequeños asteroides, sobre todo durante la era primaria de la historia lunar, cuando el Sistema Solar contenía todavía muchos de estos fragmentos.
Sin embargo, algunos cráteres, fisuras lunares y cimas presentan unas características que son indiscutiblemente de origen volcánico.

El mayor cráter del lado visible es Bailly, de 303 km de diámetro y 4.260 m de profundidad. El mar más grande es el Oceanus Procellarum (océano de las Tormentas), de 2.500 km de diámetro. Las montañas más altas tienen cimas de hasta 8.000 m de altura, comparables a la cordillera del Himalaya.

Observación y exploración de la Luna

El tamaño de la luna, su clclo regular y su cambio de aspecto han ejercido una enorme influencia en la historia humana, en nuestra cultura y creencias. Si la observación de la posición solar estuvo en el origen del reloj, la de la luna es la base del calendario.
Los observadores antiguos creían que las regiones oscuras de su superficie eran océanos, dándole el nombre latino de "mare", que todavía usamos. Las regiones más brillantes se consideraban continentes.
Desde el renacimiento, los telescopios han revelado numerosos detalles de la superficie lunar, y las naves espaciales han contribuido todavía más a este conocimiento. Hoy sabemos que la Luna tiene cráteres, cadenas de montañas, llanuras o mares, fracturas, cimas, fisuras lunares y radios.
El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre que pisaba la Luna, formando parte de la misión Apolo XI. Los proyectos lunares han recogido cerca de 400 kg. de muestras que los científicos analizan.

miércoles, 22 de enero de 2020

Marte: el Monte Olimpo

El Monte Olimpo de Marte es el mayor volcán conocido en el Sistema Solar. Se encuentra en el hemisferio occidental del planeta rojo.


El Monte Olimpo es el más joven de los grandes volcanes de Marte; se ha formado durante los últimos 1.800 millones de años. Ya era conocido antes de que las naves espaciales terrestres se acercaran el planeta, aunque no se sabían sus detalles.

El macizo central del volcán se eleva casi 23 kilómetros sobre la llanura que lo rodea. Esto equivale a tres veces la altura de nuestro monte Everest, la montaña más alta de la Tierra. Se encuentra en una depresión que tiene una profundidad de 2 km y está rodeado por grandes acantilados que llegan hasta los 6 km de altura.
Su caldera tiene 85 km de largo, 60 km de ancho y casi 3 km de profundidad. Se pueden apreciar hasta seis chimeneas superpuestas, formadas en diversas épocas. La base del volcán mide 600 km de diámetro incluyendo el borde exterior de los acantilados. En total, la base ocupa una superficie de unos 283.000 km², equivalente a la República de Ecuador o casi de la mitad de la Península Ibérica.
Para nosotros resulta difícil imaginar tales dimensiones. Un observador situado en la superficie marciana no sería capaz de ver la silueta de este monstruoso volcán, ni siquiera alejándose mucho de su base; antes de poder apreciar su forma, la curvatura del planeta ya la habría ocultado. Como mucho, se vería una pared o se confundiría con la línea del horizonte.
Tampoco veríamos sus formas desde la cima. Al mirar hacia abajo no llegaríamos a ver el final, ya que la suave pendiente llegaría hasta el horizonte. La única forma de ver esta colosal montaña es desde el espacio.

El Monte Olimpo marciano es un volcán escudo. A diferencia de los volcanes compuestos, altos y delgados, los volcanes escudo son altos y anchos, con formas planas y redondeadas, como algunos volcanes hawaianos
Su impresionante altura se debe a que Marte, al contrario que la Tierra, no tiene placas tectónicas que muevan y transformen su superficie. Durante millones de años el Monte Olimpo ha soltado lava exactamente en el mismo lugar. Por eso ha estado creciendo hasta formar esta enorme montaña en la superficie del planeta Marte.

domingo, 1 de mayo de 2016

Movimientos de la Tierra

La Tierra está en contínuo movimiento. Se desplaza, con el resto de planetas y cuerpos del Sistema Solar, girando alrededor del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Sin embargo, este movimiento afecta poco nuestra vida cotidiana.


Más importante, para nosotros, es el movimiento que efectua describiendo su órbita alrededor del Sol, ya que determina el año y el cambio de estaciones. Y, aún más, la rotación de la Tierra alrededor de su propio eje, que provoca el día y la noche, que determina nuestros horarios y biorritmos y que, en definitiva, forma parte inexcusable de nuestras vidas.

El movimiento de traslación: el año

Por el movimiento de traslación la Tierra se mueve alrededor del Sol, impulsada por la gravitación, en 365 días, 5 horas y 57 minutos, equivalente a 365,2422 días, que es la duración del año.
Nuestro planeta describe una trayectoria elíptica de 930 millones de kilómetros, a una distancia media del Sol de 150 millones de kilómetros. El Sol se encuentra en uno de los focos de la elipse. La distancia media Sol-Tierra es 1 U.A. (Unidad Astronómica), que equivale a 149.675.000 km.


Como resultado de ese larguísimo camino, la Tierra viaja a una velocidad de 29,5 kilómetros por segundo, recorriendo en una hora 106.000 kilómetros, o 2.544.000 kilómetros al día.
La excentricidad de la órbita terrestre hace variar la distancia entre la Tierra y el Sol en el transcurso de un año. A primeros de enero la Tierra alcanza su máxima proximidad al Sol y se dice que pasa por el perihelio. A principios de julio llega a su máxima lejanía y está en afelio. La distancia entre la Tierra y el Sol en el perihelio es de 142.700.000 kilómetros y la distancia Tierra-Sol en el afelio es de 151.800.000 kilómetros.

El movimiento de rotación: el día

Cada 24 horas (cada 23 h 56 minutos), la Tierra da una vuelta completa alrededor de un eje ideal que pasa por los polos. Gira en dirección Oeste-Este, en sentido directo (contrario al de las agujas del reloj), produciendo la impresión de que es el cielo el que gira alrededor de nuestro planeta.


A este movimiento, denominado rotación, se debe la sucesión de días y noches, siendo de día el tiempo en que nuestro horizonte aparece iluminado por el Sol, y de noche cuando el horizonte permanece oculto a los rayos solares.
La mitad del globo terrestre quedará iluminada, en dicha mitad es de día mientras que en el lado oscuro es de noche. En su movimiento de rotación, los distintos continentes pasan del día a la noche y de la noche al día.

sábado, 30 de abril de 2016

La Tierra

La Tierra es el tercer planeta desde el Sol y el quinto del Sistema Solar en cuanto a tamaño.

Es el único planeta conocido que tiene vida, aunque algunos de los otros planetas tienen atmósferas y contienen agua. Gira describiendo una órbita elíptica alrededor de su estrella, nuestro Sol, a unos 150 millones de km, en, aproximadamente, un año. Al mismo tiempo gira sobre su propio eje cada día.
La Tierra no es una esfera perfecta, ya que el ecuador se engrosa 21 km, el polo norte está dilatado 10 m y el polo sur está hundido unos 31 metros.
La Tierra posee una atmósfera rica en oxígeno, temperaturas moderadas, agua abundante y una composición química variada. El planeta se compone de rocas y metales, sólidos en el exterior, pero fundidos en el interior.
Desde la antigüedad se han elaborado mapas pera representar la Tierra. Con la llegada de la fotografía, los ordenadores y la astronáutica, la superfície terrestre ha sido estudiada con detalle, aunque todavía queda mucho por descubrir.

jueves, 10 de marzo de 2016

El Big Bang

Antes del siglo XX nadie había sugerido que el universo se estuviera expandiendo o contrayendo. Entonces se aceptaba que el universo, había sido creado más o menos como lo vemos hoy. La comunidad científica coincidía al pensar que el universo era algo estático y eterno. Los humanos nos sentimos a gusto creyendo verdades eternas. Nosotros envejecemos y morimos pero el universo es eterno e inmóvil.
Cuando las personas creían que el universo es algo estático, la pregunta teológica o metafísica era entonces si éste tenía o no un principio. Bajo esta teoría de un universo inmóvil, el origen del tiempo habría sido puesto por el creador, un ser externo al universo; pero realmente no existe la necesidad física de un principio del tiempo. Dios pudo crear el universo, en cualquier instante del tiempo. Pero si el universo se estuviera expandiendo, habría razones  para pensar que  hubo un principio.

Pero de repente todo cambió. En 1929, Edwin Hubble desde el observatorio del monte Wilson, en Los Ángeles, hizo un descubrimiento crucial. Observó que las galaxias no eran estáticas, se movían y además se alejaban de la tierra a una velocidad increíble. Fue la primera prueba del Big Bang.
Donde quieras que uno mire, las galaxias distantes se están alejando de nosotros; es decir, el universo se está expandiendo. Además, la velocidad a la que se alejan los planetas de la tierra es proporcional a la distancia del planeta a la tierra. Las galaxias que están al doble de distancia se mueven al doble de velocidad; las que están al triple, se mueven tres veces más rápido. Todo se está alejando de nosotros. Esta teoría se denomina Ley de Hubble
Según esta apreciación, en tiempos pasados los planetas  y galaxias debieron estar más cerca , más juntos unos de otros. El movimiento debió de partir de un punto central. Midendo la velocidad de expansión, los cosmólogos han estimado la fecha de nacimiento de nuestro universo. Parece ser, que hace unos 13.700.000.000 años todos los objetos del universo estaban en el mismo lugar exactamente; siendo entonces infinita la densidad del universo.
La observación de Hubble sugirió , que hubo un fenómeno, llamado big bang ( la gran explosión), en que el universo era infinitesimamente pequeño  y su densidad infinita. Bajo estas condiciones no es posible aplicar nuestras teorías y predicciones. Podemos considerar que el origen del tiempo es el big bang, ya que con anterioridad a éste,  los tiempos previos  no estarían definidos.
Podemos llegar a imaginarnos que Dios creó el universo en el instante del big bang, pero no antes. Antes no existía nada. Un universo en expansión no excluye la existencia de un creador, pero sí limita cuando pudo haber creado el universo.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Aspectos destacados de 9 de marzo eclipse total de Micronesia



Aunque espesa nube en partes de Indonesia echado a perder la vista por alguna lo largo de la trayectoria de la totalidad, decenas de millones más fueron recibidos con vistas espectaculares del eclipse total de 9 de marzo.
La NASA, en colaboración con el Centro de Ciencias Exploratorium de San Francisco, acogió la cobertura en vivo del evento de la isla de coral de Woleai, en el Océano Pacífico a 500 millas al norte de Nueva Guinea. Aspectos destacados de la totalidad de la transmisión en vivo aparecen arriba.


viernes, 26 de febrero de 2016

Plutón

Es el planeta más pequeño (ahora, ex-planeta o planeta enano) y el que se aleja más del Sol. Se descubrió en 1930, pero está tan lejos que, de momento, tenemos poca información.
Generalmente, Plutón es el planeta más lejano. Pero su órbita es muy excéntrica y, durante 20 de los 249 años que tarda en hacerla, está más cerca del Sol que Neptuno.
La órbita de Plutón también es la más inclinada, 17º. Por eso no hay peligro de que se encuentre con Neptuno. Cuando las órbitas se cruzan lo hacen cerca de los extremos. En vertical, les separa una distancia enorme.

Hizo la máxima aproximación en septiembre de 1989 y siguió en la órbita de Neptuno hasta marzo de 1999. Ahora se aleja y no volverá a cruzar esta órbita hasta septiembre del 2226.
En la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (UAI) celebrada en Praga el 24 de agosto de 2006 se creó una nueva categoría llamada plutoide, en la que se incluye a Plutón.


Plutón tiene, al menos, cuatro satélites pequeños y uno mayor, muy especial: Caronte. Mide 1.172 Km. de diámetro y está a menos de 20.000 Km. del planeta. Con el tiempo, la gravedad ha frenado sus rotaciones y ahora se presentan siempre la misma cara.
De hecho, la rotación de esta pareja es única en el Sistema Solar. Parece que estuviesen unidos por una barra invisible y girasen alrededor de un centro situado en la barra, más cercano a Plutón, que tiene 7 veces más masa que Caronte. El telescopio Hubble captó estas tres imágenes que muestran la rotación de Plutón.
Por su densidad, Plutón parece hecho de rocas y hielo. En cambio, su satélite es mucho más ligero. Esta diferencia hace pensar que se formaron separadamente y, después, se juntaron.
Plutón tiene una fina atmósfera, formada por nitrógeno, metano y monóxido de carbono, que se congela y cae sobre la superficie a medida que se aleja del Sol. La NASA prepara la misión Plutón Express para que llegue a Plutón en el 2008, antes que la atmósfera se congele. Serán un par de naves pequeñas y rápidas que pasarán a menos de 15.000 Km. del planeta.
La temperatura de Pluton puede variar mucho entre el punto de la órbita más cercano al Sol y el más lejano. La diferencia es de más de 2.500 millones de Km.